La familia es la unidad social de origen donde las personas crecemos y nos vinculamos. Su forma, estructura y el tipo de organización han ido cambiando a lo largo de los años. La familia supone el primer espacio de relación y dota de identidad individual, social y de pertenencia al grupo.

Ser o ejercer de madre o padre puede suponer un reto y una experiencia enriquecedora, pero en algunas ocasiones se puede vivir como una experiencia frustrante que conlleva insatisfacción personal.

A lo largo del ciclo vital de la familia, esta puede sufrir diversas crisis. En ese momento se activan los recursos familiares para hacer frente al problema y buscar soluciones. Cuando las dificultades no se resuelven, se mantienen en el tiempo o se agravan, es recomendable pedir ayuda profesional.

El acompañamiento familiar tiene como objetivo principal restablecer el equilibrio de cada uno de los miembros que configuran el sistema familiar. La visión sistémica de la familia permite observar la familia como un todo, dejando de mirar a cada uno de los miembros de forma individual. Se pone la mirada en las dinámicas entre los miembros, las alianzas, los roles y sus funciones, entre otros.

Desde esta visión, la familia es capaz de generar soluciones para resolver el problema.